22/12/10

VENDRAS A MI



"Si subiere a los cielos, alli estas tu, y si en el Seol hiciere mi estrado, he aqui, alli tu estas.

Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, Aun alli me guiara tu mano, y me asira tu diestra.

( Salmos 139:8-10 )



Desde el momento en que somos llamados al servicio de Cristo, vamos pasando diversas etapas en la vida espiritual. Una de ellas es la etapa en la cual, la presencia de Dios, se manifiesta por la alegria de la salvacion, y la emocion que genera el momento especial de adoracion. Esos son instantes muy gloriosos, en los cuales pensamos que, ademas de tener la vida eterna asegurada, la vida se convirtio en una etapa de "vino y rosas".

A medida, nuestra fe y sabiduria van en aumento, tambien se incrementaran las responsabilidades nuestras para el Reino de Dios, los ataques de los frentes del enemigo tambien se veran cada dia mas numerosos y con nuevas estrategias sobre nuestras almas. Es en ese punto, cuando llegamos a una area de nuestra vida que nos hace sentir, en profunda soledad, aires de muerte nos invaden y el enemigo se vuelve un gigante destructor.

Muchos siervos, llegamos a sentirnos, como en el camino hacia el cementerio, el cual no tiene reversa, y vemos hasta buitres a los lados del camino, esperando que demos el ultimo paso de vida, esa etapa, es gris, implacable, fria y muda, ya no hay nada que nos golpee mas fuerte, nos hemos quedado quietos, apartados, esperando nada mas lo que venga de afuera, ya que nuestras fuerzas se han visto aniquiladas por completo.

Pero no es asi, no estamos solos, la palabra de Dios dice:

"Si subiere a los cielos, alli estas tu, y si en el Seol hiciere mi estrado, he aqui, alli tu estas.

Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, Aun alli me guiara tu mano, y me asira tu diestra.

( Salmos 139:8-10 )



Oracion

Oh, esperanza gloriosa que nos ofreces, amado Rey, y porque tu amor y tu poder, no tienen limites, y vendras a rescatarnos, hasta el nivel mas bajo en el cual nos encontremos, hasta alli llegaras.

Tu sabes Arquitecto Eterno, que no podemos levantar ya nuestros brazos, pero tu si puedes venir, y tomarnos

con tu diestra.

Gracias amado,

en el nombre de Cristo Jesus,



Amen


Escrito por Dr. Jose Luis Gonzalez

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