9/2/10

Gesto simple




Un día, Mark volvía caminando del colegio cuando vio que el chico que iba delante
había tropezado y se le habían caído todos los libros que llevaba, además de dos
abrigos, un bate de béisbol, un guante y un grabador pequeño. Mark se arrodilló y
colaboró con el chico en recoger los artículos diseminados. Como iban en la misma
dirección, lo ayudo a llevar parte de las cosas. Mientras caminaban, Mark descubrió que
el chico se llamaba Bill, que le encantaban los videojuegos, el béisbol y la historia, que
tenia muchos problemas con las demás materias y que acababa de romper con su
novia.
Llegaron a la casa de Hill, y Mark fue invitado a beber un refresco y a mirar un poco de
televisión. La tarde fue agradable, con risas y charla compartidas y Mark regreso a su casa. Siguieron viéndose en el
colegio, y almorzaron juntos una o dos veces, hasta que los dos terminaron el ciclo básico. Completaron los estudios
del ciclo medio en la misma secundaria donde mantuvieron sus breves contactos a lo largo de los años. Finalmente,
llegó el esperado último año y, tres semanas antes de recibirse, Bill le preguntó a Mark si podían hablar. Entonces le
recordó el día en que se habían conocido muchos años antes.
– ¿Nunca te preguntaste por qué llevaba tantas cosas a casa aquel día?, preguntó Bill. –
Sabes, había limpiado mi armario porque no quería dejarle un revoltijo a nadie. Había
guardado algunas píldoras para dormir de mi madre y me iba a casa a suicidarme. Pero
después de pasar un tiempo juntos, hablando y riéndonos, me di cuenta de que si me
hubiera matado, habría perdido esa oportunidad y muchas otras que podrían aparecer.
De modo que ya ves, Mark cuando recogiste mis libros ese día, hiciste muchísimo más. Me
salvaste la vida.
He ahí el amor de Dios representado en la acción de Mark; se suele oír con frecuencia que Dios es Amor, Dios es
amor deja de ser un concepto abstracto a partir de las acciones que emprendemos sus hijos para con nuestros
prójimos.
¿Cómo nos ayuda Dios a soportar la injusticia, el sufrimiento, el dolor de este mundo?
Dios ha prometido dar ayuda para que nosotros podamos tener fuerza para soportar todas
las adversidades de la vida.
Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi
lado; tu vara de pastor me reconforta. Salmo 23:4 NVI
Los hijos de Dios se atesoran de estas y otras Promesas, fundamentalmente de la Promesa
de Vida Eterna, tú puedes tomar esa decisión ahora mismo.
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida
eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Juan 5:24 NVI

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