12/2/10

DIA 32, EL AMOR SASTIFACE LAS NECESIDADES SEXUALES

DIA 32

EL AMOR SASTIFACE LAS NECESIDADES SEXUALES

Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con su marido.
(1 Corintios 7:3)

Algunas personas creen que la Biblia no tiene nada bueno para decir con respecto al sexo, como si lo unico que le importara a Dios fuera decirnos cuando no practicarlo y con quien no practicarlo. Sin embargo, en realidad, la Biblia tiene mucho que decir con respecto al sexo y a la bendición que puede ser tanto para el esposo como para la esposa. Aun sus limites y restricciones son las maneras en las que Dios mantiene nuestras experiencias sexuales a un nivel que va mucho mas allá del que aparece en la televisión o en las películas.

En el matrimonio cristiano, el romance debe prosperar y florecer. Después de todo fue creado por Dios todo es parte de celebrar lo que Dios nos ha dado, al trasformarnos en uno con nuestro cónyuge mientras a la vez buscamos la pureza y la santidad. El se deleita en nosotros cuando esto sucede.

Por ejemplo, el cantar de los cantares, aunque a veces se malinterpretaba como nada mas que una alegoría sobre la pasión de Dios por su pueblo, es en realidad una Hermosa historia de amor. Describe los actos sexuales entre un esposo y una esposa con detalles poéticos, mostrando como responde el uno al otro. Expresa como la sinceridad y la compresión en las cuestiones sexuales llevan a una vida de amor seguro juntos.
Es verdad que el sexo es solo un aspecto del matrimonio, sin embargo, con el tiempo, es probable que uno de ustedes valore su importancia mas que el otro. Entonces, la naturaleza de la unidad matrimonial entre ambos se vera amenazada y en peligro.

Una vez mas, el fundamento bíblico del matrimonio se expreso originalmente en la creación de Adán y Eva. Ella fue creada para ser “ayuda idónea” para el (Génesis 2:18). La unidad de su relación y de sus cuerpo físico era tan fuerte, que se dijo que se transformar en “una sola carne” (Génesis 2:24).

Esta misma unidad es el distintivo de todo matrimonio. En el acto del romance, unimos nuestros corazones en una expresión de amor que no puede ser igualada por ninguna otra forma de comunicación. Por eso, el lecho matrimonial debe ser “sin mancilla” (Hebreo 13:4). No debemos compartir esta misma experiencia con nadie mas.

Sin embargo, somos débiles. Y cuando no se satisface esta necesidad legitima (cuando se le trata como algo egoísta y exigente de parte del otro) nuestro Corazón queda expuesto a ser atraído fuera del matrimonio, con la tentación de satisfacer este anhelo en otra parte, de alguna otra manera.

Para contrarrestar esta tendencia, Dios estableció el matrimonio con una mental dad de “una sola carne”. “la mujer no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido y asimismo el marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer” (I Corintios 7:4).

El sexo no debe usarse para negociar. No es algo que Dios nos permita retener sin consecuencia. Aunque sin duda puede abusarse de este marco diseñado por Dios, el matrimonio se trata de entregarnos mutuamente para satisfacer las necesidades del otro.

El sexo es una oportunidad que Dios nos da para hacer esto. Así que “no os privéis el uno del otro-advierte la Biblia-excepto de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntarse a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio” (1 Corintios7:5).

Eres la única persona llamada y designada por Dios para satisfacer las necesidades sexuales de tu cónyuge. Si permites que se cree una distancia entre ustedes en este ámbito, que se pierda el entusiasmo, esta tomando algo que le pertenece a tu cónyuge por derecho (y en forma exclusiva). Si le dejas saber a tu pareja (por medio de palabras, acciones o inactividad) que el sexo depende exclusivamente de tu deseo, le quitas el honor y el afecto que ha sido establecido según un mandato bíblico. No respete la unidad de “una sola carne” del matrimonio.

Así que, mas allá de que te identifiques del lado del que sufre la privación o de quien provoca, debes saber que el plan de Dios para ti es llegar a un acuerdo; pero también debes saber que no lograras llegar a este punto con resentimientos, peleas ni exigencias. El amor es la única manera de reestablecer la unión de afecto entre ustedes. Todas las cuestiones que este libro supone (la paciencia, la amabilidad, el desinterés, la consideración, la protección, el honor, el perdón) cumplirá un rol en la renovación de tu intimidad sexual. cuando el amor de Cristo es el fundamento en tu matrimonio, la intensidad de la amistad y de la relación sexual entre ustedes puede disfrutarse a un nivel que este mundo no conoce.

Dios ha declarad: “Por precio habéis sido comprados” (1 Corintios 6:20). Puso los ojos en ti e hizo todo lo posible para atraerte y para que lo desearas. Ahora es tu turno de pagar el precio de amor para ganar el Corazón de tu cónyuge. Cuando lo hagas, disfrutaras del puro deleite que fluye cuando el sexo se practica por razones adecuadas. Y como si fuera poco, también tendrás la oportunidad de glorificar a Dios en tu cuerpo(1 Corintios 6:20). Que hermoso!


EL DESAFIO DE HOY

SI ES POSIBLE, INTENTA HOY INCIAR LA RELACION SEXUAL CON TU CONYUGE. HAZLO DE UNA MANERA QUE HONRE LO QUE TU CONYUGE TE HAYA DICHO (O QUE TE HAYA DADO A ENTENDER) CON RESPECTO A LO QUE NECESITAS DE TI EN EL AREA SEXUAL. PIDELE A DIOS QUE LOS DOS PUEDAN DISFRUTARLO Y QUE SE TRANSFORME EN UN CAMINO HACIA UNA MAYOR INTIMIDAD.

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