Cual oveja descarriada
Huyendo de su Pastor,
Asi andaba yo alejada
Del camino del Señor.
Pero mi buen Salvador
Me miró y me vio perdida
Y vino lleno de amor
A salvarme y darme vida.
Con tanto amor me buscó
Mi amantísimo Pastor,
Que su sangre derramó
Por librarme del dolor.
En vez de darme castigo
Que mi culpa mereció,
Bondadoso y compasivo
En sus hombros me llevó.
Ahora que me ha salvado
Y me ha vuelto a su redil,
Soy tan feliz a su lado
Que le adoro veces mil.
Hasta que en la eterna gloria
Siempre le pueda mirar
Y cantar la dulce historia
Del que me vino a salvar.
Amigo que no eres salvo:
Jesús hoy te busca a tí;
Ven pronto, ven a su lado,
Que con El serás feliz.
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