Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu”. 2 Co. 3:18
Cuentan que Dios y Enoc tenían la costumbre de salir a caminar juntos todos los días. Un día, habían caminado tanto que sin darse cuenta, vinieron las sombras de la noche; entonces el Señor dijo a Enoc: "Enoc, mi casa está más cerca que la tuya, te invito a te quedes conmigo." Ahora bien, Enoc desapareció, porque Dios lo llevó consigo. 1) Enoc se dio cuenta de que para poder agradar a Dios había que caminar con él. Lo intentó y lo logró. Más tarde el escritor del libro a los Hebreos nos explicará que fue posible por causa de su fe (He. 11:5) 2) Enoc disfrutó la experiencia de haber sido invitado por el Señor a estar con él sin los servicios dolorosos de la muerte. Solamente dos amigos de Dios, en toda la historia de la humanidad, han tenido la misma invitación: Enoc y Elías. ¡Qué privilegios provee el genuino caminar con Dios! (Carro-Poe)
Para asemejarnos y parecernos más con el Señor, debemos pasar tiempo con Dios, cada día; pero los afanes de la vida, el tiempo con la familia, la jornada diaria, y cientos de horas en otras cosas, nos distraen de tener un encuentro con Dios, para adorarlo, para conocerlo y amarlo más.
El creyente que estalla en ira y tiene actitudes groseras, es porque le falta crecer, y necesita la gracia y la acción del Señor, mediante el Espíritu Santo, quien da poder, para agradar a Dios.
¿Esta siendo transformado por medio del Señor? ¿Camina con Dios? GD
ORACIÓN:
Padre, perdona mis pecados, y guíame a caminar contigo...
Cuentan que Dios y Enoc tenían la costumbre de salir a caminar juntos todos los días. Un día, habían caminado tanto que sin darse cuenta, vinieron las sombras de la noche; entonces el Señor dijo a Enoc: "Enoc, mi casa está más cerca que la tuya, te invito a te quedes conmigo." Ahora bien, Enoc desapareció, porque Dios lo llevó consigo. 1) Enoc se dio cuenta de que para poder agradar a Dios había que caminar con él. Lo intentó y lo logró. Más tarde el escritor del libro a los Hebreos nos explicará que fue posible por causa de su fe (He. 11:5) 2) Enoc disfrutó la experiencia de haber sido invitado por el Señor a estar con él sin los servicios dolorosos de la muerte. Solamente dos amigos de Dios, en toda la historia de la humanidad, han tenido la misma invitación: Enoc y Elías. ¡Qué privilegios provee el genuino caminar con Dios! (Carro-Poe)
Para asemejarnos y parecernos más con el Señor, debemos pasar tiempo con Dios, cada día; pero los afanes de la vida, el tiempo con la familia, la jornada diaria, y cientos de horas en otras cosas, nos distraen de tener un encuentro con Dios, para adorarlo, para conocerlo y amarlo más.
Ya no tenemos que andar con un velo en el rostro, como Moisés, quien por estar en comunión con Dios, su rostro brillaba, al punto de colocar un velo; ahora podemos estar en su presencia, y al caminar con Dios, se va a notar en nuestro rostro y en nuestra vida cristiana como somos transformados al carácter de Cristo.
El creyente que estalla en ira y tiene actitudes groseras, es porque le falta crecer, y necesita la gracia y la acción del Señor, mediante el Espíritu Santo, quien da poder, para agradar a Dios.
¿Esta siendo transformado por medio del Señor? ¿Camina con Dios? GD
ORACIÓN:
Padre, perdona mis pecados, y guíame a caminar contigo...
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