Cuando el dolor toca tu corazón
Muchas veces estamos sonriendo pero en nuestro corazón hay un dolor que sólo Dios ve. Podemos dar la impresión de estar bien ante todo el mundo, pero Dios conoce tu dolor. Las profundas heridas del pasado mezcladas con las que la vida te está propiciando causan en ti toda una gama de sentimientos contrarios. En esos momentos miramos al cielo y lo único que salen son gritos: Porqué, Señor. Puede que los que amamos nos echen a un lado, nos desprecien, o que recibamos injusticias por todos lados.
La frustración forma parte de nuestra vida. Si miras la circunstancia puedes hundirte en la desesperación. Pedro comenzó a hundirse en el mar cuando quitó su mirada de aquel que estaba tomando el control. No importa lo difícil que parezca tu situación no quites tu Mirada del Señor. El está ahí aunque el cielo parezca cerrado.
Cuando más lejos lo sientes es cuando más cerca está de ti. Deja que El sane esas heridas profundas que hay en ti. Pon tu Mirada en el Señor no en lo que sucede a tu alrededor. Tu vista te traiciona.
Lo que Dios tiene para ti es muy distinto a lo que tus ojos ven. No te desalientes. Dios quiere restaurar tu corazón. Ese corazón que a veces late con dificultad. Ese corazón que muchas veces añora tantas cosas que parecen tan altas para ser alcanzadas. Sólo impúlsate un poco más y recibe lo que Dios quiere darte. Esfuérzate en mirar al Señor para no hundirte. El Señor está peleando tu batalla. No estás solo o sola.
Tu vida está en las manos de aquel que tiene cuidado de ti.
Créele a Dios y El se encargará de llevarte donde El quiere.
Dios te bendiga de forma especial.
Por: Ivelisse Chamorro Morales
Por: Ivelisse Chamorro Morales
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